En el Mediterráneo, en el extremo sur de Europa, uno de los valores más importantes de sus hospitalarios habitantes es la calidad de los productos agrícolas que consumen. En estas regiones, las tradiciones relacionadas con los productos agrícolas producidos se funden con la cultura, la historia y la belleza de unos paisajes donde el amanecer se encuentra tanto con la costa como con los montes salvajes.
El Mediterráneo ha sido bendecido con tierras fértiles y un clima suave, proporcionando así un terreno ideal para el cultivo de muchos y variados productos agrícolas de la forma más natural y en las mejores condiciones. Las frutas y verduras ocupan el primer lugar de la lista, constituyendo el ingrediente principal y más abundante de la famosa dieta mediterránea.
Gracias al clima favorable, el fértil suelo, los conocimientos de los agricultores y la tradición centenaria, el Mediterráneo favorece la producción de frutas y verduras de calidad y sabor insuperables.
Las regiones de Creta, en Grecia, y de Valencia, en España, son dos de las mayores productoras del Mediterráneo. El conocimiento de los agricultores y la tradición centenaria, en combinación con condiciones climatológicas excepcionales, tienen como resultado la producción de frutas y verduras de calidad y sabor sin igual que se exportan a todos los mercados del mundo conforme a los estándares de seguridad más estrictos.