El pepino es seguramente la verdura más estimulante. Es realmente impresionante que cerca del 95 % del pepino sea agua, proporcionando así una sensación de hidratación al consumirlo, en combinación con un aroma diferente y suave. La forma del pepino es alargada y cilíndrica, y en su exterior presenta un color verde, ligeramente verde o blanco en el interior.

Es un ingrediente excepcional para ensaladas y salsas de la cocina mediterránea como, por ejemplo, el tabulé libanés o el famoso tzatziki griego. Puede consumirse tanto crudo como encurtido. Procedente de la India donde se cultiva desde hace casi 3.000 años, el pepino probablemente fuera introducido en Europa por los griegos o los romanos, que utilizaban
técnicas que permitieran su cultivo durante todo el año, similares al sistema de
invernaderos.

El pepino se cultiva al aire libre durante los meses de verano y en invernaderos el resto del año, dada la alta sensibilidad del fruto a las bajas temperaturas. El favorable clima del Mediterráneo en Europa es ideal para el desarrollo del cultivo del pepino.